sábado, 19 de noviembre de 2011

Tenerte aquí, conmigo.

Anochecía y solo la oscuridad era testigo de nuestro lenguaje.

Besos y miradas que se confundían entre nosotros.

Y con besos y miradas acurrucarme entre tus brazos,
oír los fuertes latidos de tu corazón
que se acompasaban con los míos.

Nuestros corazones saltaban queriendo formar uno solo.

Te abracé aún más fuerte para intentar relajarme,
pero me fue imposible.

Pues moría de alegría por tenerte aquí,
conmigo.


1 comentario:

  1. Precioso.
    ¡Nada más que decir! Bueno, no me conoces, pero supongo que yo también soy un intento de escritora, así que me he pasado por aquí para enviarte un saludo. Ah, encontré tu blog gracias a que JPelirrojo te hizo retweet jajaja. En fin. Un saludo compi de pasión ;) Te sigo

    ResponderEliminar

Dejar un comentario me alegra el día ;)

Gracias por comentar ^^