Gracias a ti, por enseñarme que puedo hacerlo.
Gracias a ti, por ver en mí lo que ni yo veo.
A ti, por escucharme y apoyarme sin desvelo.
Gracias por confiar en mí y dejar que yo confíe en ti.
Y a ti, por hacerme ver que también la confianza se pierde con más facilidad que se gana.
A ti, por hacerme llorar de alegría.
A ti, por dejarme formar parte de tu vida.
A ti, que sigues a mi lado a pesar de los pesares.
También a ti, que, sin saberlo, me has has hecho ver que soy más persona de lo que creía.
Gracias a ti, por redescubrirme los pequeños detalles del día a día.
A ti, por obligarme a ser educada.
A ti, por hacer que me supere día a día.
Gracias a ti, por cuidarme estés donde estés.
A ti, por las noches sin dormir.
Y a ti por los desvelos.
Gracias.
Gracias por hacerme ver que sigo feliz conmigo misma.
Que sigo haciendo lo que me gusta.
Gracias, por simplemente estar (... o no).
sábado, 29 de abril de 2017
martes, 10 de enero de 2017
Balance del (d)año. ~Versión 2016~
He aprendido que puedo conseguir lo que me proponga.
Que los sueños se pueden cumplir paso a paso.
Que yo siempre voy a estar para lo que me pidan. Para ti, que me ayudas y apoyas, y para ti, que me tropiezo y te alegras.
Me han pasado cosas que jamás pensé que me pasarían. Unas buenas y otras malas.
He aprendido que la gente sigue escuchando lo que quiere oir.
Que prefiere no preguntar y saber de terceras personas.
Si quieres estar a mi lado, estarás. De una u otra manera.
He aprendido que tengo más valor del que creía.
Que me tiene que gustar a mi y que te guste a ti es irrelevante.
Que fue bonito mientras duró.
He aprendido a llorar y a reir... y a llorar de risa.
He abrazado lo que he querido y más (aunque también menos).
Me he sorprendido con el ser humano y con las personas (que no son lo mismo).
Y lo más importante: sigo en pie (pese a quien le pese) y aquí seguiré.
Que los sueños se pueden cumplir paso a paso.
Que yo siempre voy a estar para lo que me pidan. Para ti, que me ayudas y apoyas, y para ti, que me tropiezo y te alegras.
Me han pasado cosas que jamás pensé que me pasarían. Unas buenas y otras malas.
He aprendido que la gente sigue escuchando lo que quiere oir.
Que prefiere no preguntar y saber de terceras personas.
Si quieres estar a mi lado, estarás. De una u otra manera.
He aprendido que tengo más valor del que creía.
Que me tiene que gustar a mi y que te guste a ti es irrelevante.
Que fue bonito mientras duró.
He aprendido a llorar y a reir... y a llorar de risa.
He abrazado lo que he querido y más (aunque también menos).
Me he sorprendido con el ser humano y con las personas (que no son lo mismo).
Y lo más importante: sigo en pie (pese a quien le pese) y aquí seguiré.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)