Y tener que seguir viviendo
cuando lo que en realidad quiero es encomendar mi alma a Hades.
Y tener que levantarme cada mañana
cuando lo que en realidad quiero es nadar en las oscuras aguas del Inframundo.
"¿Para qué pensar?" Dice la mente.
"¿Para qué sentir?" Dice el corazón
¿Para qué seguir viviendo si lo que ansío
es que por mis venas deje de latir ese néctar rosado
que los seres que habitan la noche tanto desean?
Vivir sin vida, eso es lo que hago.