martes, 25 de octubre de 2011

No sé qué día ni a qué hora

Se conocieron.
No sé qué día ni a qué hora.

Ella los treinta los dejó atrás hace varios años.
Él pronto llegará a la treintena.

Ella, con su felicidad en el bolsillo, iba buscando amores.
Él, con su corazón guardado, llevaba la alegría por destino.

No sé qué día ni a qué hora, el sino quiso que sus vidas se unieran.

Fueron muchas, muchas horas las que pasaron sin poder ver su reflejo en los ojos del otro.

Pero un día,
no sé qué día ni a qué hora,
ni si hacía frío o calor,
unos labios rozaron los labios de ella,
unos labios besaron los de él.

¡Cuánto amor contenido en un beso profundo y bello!
¡Cuántas horas sus vidas estuvieron solas!

Por fin encontraron lo que tanto ansiaban descubrir.

Él encontró la alegría junto a ella.
Ella un amor como ningún otro junto a él.

Y ahora,
no sé qué día ni a qué hora,
decidieron unir sus vidas.
Como el destino había predicho.

Ya no habrá más él.
Ya no habrá más ella.

Ahora es el tiempo de los dos.


viernes, 21 de octubre de 2011

La flor más bella

Alguien me dijo una vez
que tener miedo a las espinas
es tener miedo a la flor más bella,
a la hermosa rosa.

Otros la utilizan para cortejar
a las damas que por su lado pasan.

Y otros,
simplemente,
huelen su intenso aroma.



jueves, 20 de octubre de 2011

¿Cuándo,¡dime!?

Una noche más esa imperiosa necesidad de tenerte cerca me ha desvelado.
¿Cuándo podré enredarme con tus brazos?
¿Cuándo podré sentir el palpitar de tu pecho a mi oído?
¡¿Cuándo?!
¡Dime!

Abrazo a la almohada casi ahogándome
y con tanta tensión me duermo de nuevo.

Eso sí, solo hasta que aparezcas en mis sueños de nuevo.